Para hoy os traigo un rincón mágico en la montaña central leonesa: el Faedo de Ciñera. Es un bosque de hayas y un plan perfecto para ir con los niños, ya que el camino es cómodo y de pocos kilómetros (unos 3 km desde el pueblo), para disfrutar de la naturaleza. Os dejo el mapa para situarlo:
A unos 40 kilómetros de León ciudad, por la N630, llegamos al pueblo de Ciñera:
Vemos un amplio cruce de calles y nos encaminados por el lado derecho del edificio de ladrillos
Ya vemos algún cartel que nos pide que dejemos el coche en las calles del pueblo
Como veis, hay bastante sitio
Llegamos a la plaza de la Iglesia, que tras una remodelación, es peatonal y está prohibido aparcar en ella.
Seguimos caminando por la plaza hasta el final, por el bar de la fachada amarilla
Seguimos esta calle
Nos encontramos con la bolera, donde juegan al bolo leonés y es de gran importancia en la provincia.
Aquí ya nos indica que está prohibido pasar con el coche, salvo maquinaria agrícola y residentes.
Y empieza el camino de verdad
Pasamos por al lado del cementerio y dejamos el camino asfaltado para pasar a uno de piedras y arena.
Cuando vamos acercándonos a nuestro destino, el camino se va cerrando a ratos.
Y encontramos ya algunas mesas por si queréis hacer una parada (están al lado del riachuelo)
Llegamos a una explanada con algunos detalles de la mina que hubo entonces.
El llamado -50. Un homenaje realizado por ex trabajadores de la mina.
Seguimos nuestro camino y vemos una señal
El castillete lo veremos después, así que seguimos el camino de la izquierda.
Llegamos a un puente, tras una leve cuesta.
Con la colaboración de la gente del pueblo, se realizó hace unos años esta pasarela y otras que veremos, para facilitar el acceso, sobre todo en invierno, que el riachuelo crece y nos complicaría el paso.
Aquí tenemos dos caminos a elegir. El de la derecha nos llevará por un pequeño merendero con mesas. Elegimos este para verlo.
Alguna mesa más escondida, a la sombra.
Una amplia pradera donde pueden jugar los niños
Y varias mesas
Cruzamos el puente
Y seguimos a la derecha
Y parece ser que ya hemos llegado al bosque:
Aquí lo tenemos!!
Con una pasarela de tabla que debemos usar, para no pisar tanto las hojas del suelo y mantener el entorno con el menor impacto posible.
Una vez pasado el bosque vemos una garganta
Cruzamos el puente
Y ascendemos con cuidado por las "escaleras" (cuando fuimos había una familia y les daba miedo pasar con los niños, de unos 5-6 años y al final se animaron, se ve algo empinado pero se puede pasar bien, con el calzado adecuado, claro)
Vistas desde arriba
Toca bajar hasta el puente
Por aquí se puede seguir haciendo la ruta hasta las Cuevas de Valporquero, llegando al pueblo de Villar del Puerto y siguiendo pero, eso para otro día. Hasta aquí es el camino más tranquilo y al que suele llegar la mayoría.
Y ya sabéis:
Vista hacia el riachuelo desde el puente:
Y deshacemos el camino andado, volviendo a pasar por el bosque
Pasando por el haya de más de 500 años. Admirarla pero sin subirse, hay que cuidarla para que dure mucho más.
Al salir del bosque:
Volvemos por el camino de arriba para tener otras vistas
El merendero visto desde ese camino:
Y al salir tenemos el camino de la derecha, por donde llegamos, o el camino de la izquierda para subir al castillete. Tiene bastante desnivel pero, os animáis?
Yo os lo advierto. Tiene su "cuestecilla".
Pero merece la pena las vistas, o no?
Llegamos a una amplia explanada
Y ya vemos el castillete
La antigua mina de Ciñera
Y volvemos hasta el pueblo donde podemos tomar algo en los bares que hay en la plaza por donde hemos pasado, o al margen de la carretera nacional.
Nosotros fuimos en Julio pero cada estación tiene su encanto.
En otoño:
O en invierno tras una buena nevada (como en 2015, con la "Nevadona"):
(Estando así hay que ir bien preparado porque puede cubrir bastante y complicarse la ruta)
Pues hasta aquí el post de esta semana. Espero que os guste y me contéis si vais.
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Y ya sabéis, tenemos el paraíso más cerca de lo que nos pensamos.
Gracias por leerme.
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